Comienza sus estudios en el año 1986 con la escultora Alicia Fontana que la inicia en el dibujo; allí con 16 años de edad tiene contacto con libros de arte, esculturas y pinturas. Nació el amor por el arte y ese paraíso de taller duró dos años, entre grafitos, carbonillas, témperas y torsos de Venus y Apolos.
En el momento de decidir que iba a estudiar, no lo dudó. Recibida como Profesora Nacional de Dibujo y Pintura en el Profesorado del CONSUDEC en 1988, dio cursos de formación académica en la docencia sobre el color y su comportamiento, entre otros. Enseñó en nivel primario, secundario y terciario donde aún continúa dictando cátedras de Producción Visual I y Pintura en CONSUDEC.
Hace 34 años que dicta clases en su taller particular. Paralelamente a su actividad docente ha desarrollado una intensa vida como artista. Su formación es continua. La literatura, el cine y el teatro son algunos de los vehículos para satisfacer su creatividad y lograr lo que quiere. Esto supone un gran trabajo diario.
Apasionada por el color y su elaboración, disfruta enormemente en lograr una paleta personal que la distingue, encontrando en estos gestos, parte de su estilo. En el dibujo también encuentra la pasión, con sus “dibujitos diarios” que son fuente de inspiración para la mayoría de sus obras. Algunas geométricas y otras de una figuración acomodada a proporciones elásticas casi sin medida. Esto la lleva a realizar diversas series. Personajes que en la mayoría son mujeres donde se las ve fuertes y sensibles a la vez al ojo del espectador. Ella misma es su primera espectadora, la que les da vida, en sus miradas, en sus cuerpos, en el alma de cada una de ellas. También la que las juzga. Y hay veces puede llegar a ser cruel. Las quiere fuertes, osadas, tristes, pero nunca débiles.
