Di Pietro, Lucía

Soy artista, y desde ese lugar juego a ser científica, bióloga, astrónoma, alquimista, tal como lo haría un niño, con actitud curiosa y desprejuiciada. Conjugo ese espíritu lúdico con el cultivo de un “arte slow” que acompaña los procesos sin forzar los resultados antes de tiempo. Imagino que descubro estrellas en el microscopio, ¡sí!, en las células. Que presencio el nacimiento de seres nuevos y me pregunto cómo generar mundos propicios para recibirlos.

Me fascina la vida, la evolución que nos cuentan y también la que no fue, pero pudo ser. La potencial. Para mí, realidad y fantasía son categorías discutibles. Me sumerjo en las formas orgánicas que mutan y se vuelven híbridas y ambiguas, porque en ellas los límites se desdibujan y aparece la inquietud, la pregunta incomoda, lo posible, y en consecuencia lo nuevo… Así también son mis proyectos creativos: entrelazados, fluidos y vivos.

Me importa recuperar el valor de lo esencial y reintegrarnos a la tierra de forma regenerativa. Tomo aquello que me duele, que me cuesta y que anhelo, y busco poetizarlo desde la multidisciplina. Trabajo con lo que veo pero también con lo que está velado, oculto, incluso invisible.

Hay una red que subyace y rodea, que sostiene toda la existencia. Creo en su poder y en cultivar un estado de permeabilidad y calma interna para poder reconocerla. Esa red es el tesoro que procuro cuidar y honrar en todo lo que hago.



Serie REGENERACION

Estructuras fluidas. Nidos. Pulsar. Vida.
Partir del movimiento germinal que dio origen a la vida. Volver a ese punto sabiéndome un ser-ecosistémico de millones de células, conectadas a través de eones con aquellas primeras células submarinas. Recrear las estructuras fluidas que entraman la historia vital y el pulso que nos erige en ciclos sucesivos e infinitos. Pintar la vida, la de antes, la futura, la de ahora, sin distinguir realmente cual es el tiempo en el que pinto ni que tiempo recrea y vive en cada obra.
Pintar mi vida, que es una con esa otra vida, toda vida, latiendo en la memoria colectiva.
Habitar una cultura regenerativa, que nutre y abona, sostiene, repara, sutura, anida e impulsa desde la mesura y la empatía.

Serie 02 – CUADROS CAVERNARIOS – PROYECTO INTERPLANAR

Como un movimiento inverso al propuesto en el mito de la caverna, en lugar de salir y descubrir un mundo nuevo, el cavernario invita a entrar, pero no a un espacio conocido, sino a uno interplanar, que existe tanto en el mundo exterior como interior, e incluso cuestiona cuál es el límite entre ambos.

Invita a entrar, podríamos decir a “entrar-salir” en un mismo acto, a este nuevo espacio para redescubrirnos como cuerpos-tierra coexistiendo en hábitats que se organizan de forma circular e interdependiente, por medio de lazos invisibles que entretejen y cohesionan a todas sus partes.

Invita a sumergirse en una nueva “verdad” proponiendo desmembrar el término hasta volverlo polifacético, relativo y múltiple. Evocarlo desde un saber ya no puramente racional, sino holístico, integrando lo intuitivo, lo perceptivo, lo emotivo y lo mental desde lo subjetivo.

Los cavernarios son mundos siempre nuevos y regenerativos, aptos para que vivan seres también nuevos, cuyas necesidades y potenciales se han reconfigurado y están en consonancia con las necesidades y potenciales del resto del mundo del cual forman parte.