Vanerio, Pato

Tengo el corazón por fuera, por eso pinto. Necesito pintar para respirar. Pintar es una función vital, pinto para vivir. No entiendo la vida, no entiendo mi mundo ni entiendo a los que me rodean si no pinto. Pinto para que me escuchen, para que me conozcan, para develarme.

Los papeles, los óleos, las tintas, los pinceles me motivan y a la vez son herramientas imprescindibles para contar con gestos, con trazos, con color todo lo que me atraviesa.

Pinto mundos imposibles y a la vez muy reales. Pinto lo que me emociona, lo que me impacta, lo que amo y lo que duele. Pinto lo que tengo para decir, porque las palabras son de todos pero los colores son míos.

Mi obra propone un espacio complejo, profundo sensible, un laberinto mágico, tangible, orgánico, que revela un inmenso mundo interno, fruto de mirar con los ojos grandes, pintar con las tripas en la mano y el corazón en carne viva.